Wonder Woman Episodio 11: ESPECIE. Escrito por Tom Monroe.

WONDER WOMAN Episodio 11: ESPECIE.
Si se lo sabe escuchar, el silencio de la selva nunca es tal. Un conjunto de numerosos sonidos armonizan entre sí a medida que se suceden volviendo apacible el ambiente. Diana camina en un espacio abierto a la luz de la luna africana y experimenta la tranquilidad de la noche como un calmante en el alma. Etta se le acerca y la invita a la pequeña cabina de control que han improvisado desde que Mark ha caído prisionero. En la espera de alguna señal, uno a uno se va alternando para cuidar el puesto. Ahora son las dos amigas a quienes les toca el relevo; por eso, mientras se instalan, se sirven una taza de café y se disponen a conversar. Etta le pregunta a Diana si ha hablado con Steve después de lo sucedido.
-Ahora hay cosas más urgentes- responde Diana mientras toca la medalla que le ha regalado el coronel-. Por otro lado, necesito tiempo para pensar. No puedo dejar que un impulso o un sentimiento me den una interpretación completa de la realidad.
-Un sentimiento, que sin embargo, parece te condujo hasta aquí- agrega Etta mientras comienza a advertir ciertos movimientos en su pantalla.
-De todas maneras, hasta hace poco él pensaba comprometerse para siempre con otra persona...- replica Diana mientras se ve interrumpida por una señal en el monitor. Ambas saben que cuentan con pocos segundos para que Mark pueda mandar el mensaje; por eso, se disponen de lleno en sus puestos. Pero, precisamente en ese instante, las dos quedan sorprendidas, cuando junto al plano y los detalles del refugio, se presenta una frase que para la mayoría no tendría sentido: Objetivo: Themischira. Títulos
La sala se encuentra, a pesar de los animales, impecable. Y lo que más extrana a Mark es un olor extraño a perfume que envuelve el lugar. El doctor Psycho lo conduce hacia una pequeña jaula de vidrio, en la que un gracioso mono escarba en el aserrín del piso.
-Compruebe Ud. Ingeniero, con sus propios ojos lo que quiero decirle- le expresa el doctor mientras aprieta un pulsador que abre las puertas del animal que se traslada a una jaula con barrotes.
El primate porta en su lomo un pequeño chip que se enciende y le obliga a distenderse dolorosamente. Seguidamente, los caninos de ambos maxilares comienzan a alargarse, los músculos se dilatan ensanchando los brazos y las piernas; finalmente de sus extremidades emergen, entre carne abierta y sangre, garras nacaradas y filosas. Cuando el mono se cerciora de que los barrotes no están electrocutados, los toma con sus manos y los abre frente a la mirada asombrada de Mark. El científico se saca la bata y le explica en una línea lo que acaba de ver: en la misma fecundación, el embrión recibió información genética de otra especie que se insertó en su genoma.
-¿Dos especies en una?- pregunta Mark.
-Una- responde el doctor-, la misma especie, pero deformada.
El equipo de marines y especialistas no puede reparar en la inesperada desaparición de la oficial Prince, y se prepara con la información que ha recibido del ingeniero Jason. Sólo Steve continúa interrogando a Etta acerca de Diana, y comienza a preguntarse si no habrá sido secuestrada. A varios kilómetros de ahí, atravesando la selva, la amazona se interna en la espesura, y, del interior de la misma, un estallido blanco-violáceo irrumpe la uniformidad del verde intenso de la vegetación. Después, casi imperceptible por la velocidad, un borrón rojo y azul se traslada hacia la zona más densa del lugar.
El Dr. Psycho alcanza una bebida fuerte a Mark que sigue preguntando por el proyecto.
-¿Ha realizado la prueba en humanos?- lanza en forma directa el ingeniero sin obtener respuesta, ya que en ese momento, la puerta de la lujosa sala se abre y entra Priscilla con la cara desencajada. Se suponía que sería informada de lo ocurrido, pero al parecer el doctor ha actuado por cuenta propia. La explicación de Psycho se ve interrumpida por el estruendo de puertas que parecen caer al impulso de fuertes golpes. Incluso las paredes del edificio acusan la violencia que se viene ejerciendo y vibran con cada impacto. Finalmente, es la puerta del recibidor en que se encuentran la que se derrumba, arrastrando tras de sí pedazos de concreto y cables eléctricos. En el medio de los chispazos y el polvo aparece Diana y el doctor Psycho le da la bienvenida.
-Ciertamente, no la hacía tan alta princesa- le saluda amablemente.
Diana y Priscilla intercambian miradas mientras el doctor tranquiliza a la amazona diciéndole que guarde su lazo que el mismo le responderá todas su preguntas sin ninguna necesidad. La amazona objeta que no ha venido a negociar y entonces Psycho mismo se coloca la cuerda dorada a su alrededor e invita a trasladarse a otro lugar.
En el campamento, el coronel Trevor discute con un subalterno que no quiere obedecer el cambio de planes de Steve. En cierta forma, ninguno de los del equipo quiere lanzarse sin esperar la llegada de los refuerzos aledaños, y sospechan que la decisión tiene que ver con el desvanecimiento de la oficial Prince. Etta por su parte, lleva a Steve aparte, y con tono firme intenta hacerlo razonar de lo imprudente de su decisión. Él, recuperando el control, accede al consejo.
-Cuenta la leyenda- relata el doctor ante la mirada impaciente de Diana-, que miles de años atrás, un grupo de mujeres huyendo de la persecución griega se refugiaron en una Isla donde recibieron la ayuda de los dioses. El punto es, que el lugar resultó verdaderamente bendecido con fuerzas naturales, y el grupo de estas amazonas se fue fortaleciendo aislado por una coraza que las protegía del mundo exterior. Durante la Segunda Guerra, un cambio en las placas terrestres abrió por un tiempo una brecha en el escudo, y un oficial americano llegó a la Isla. Allí una mujer lo acogió, y al tiempo, el varón había controlado por completo su corazón averiguando los secretos del lugar. La amazona le construyó un sitio para que habitara, pero la Reina de la Isla y su grupo descubrieron la intrusión e exiliaron al piloto. Sin embargo, el afortunado -por un ardid del destino- conservó intacto los recuerdos. Ahora es tiempo de que el hombre regrese, mi estimada princesa, y tome posesión de Themischira.
En ese preciso instante, en la pantalla aparece un mapa mundial con la localización exacta de la Isla; hacia ella, una veintena de puntos rojos que representan aviones, se aproximan. Diana se acerca y mira enfurecida al doctor llamándolo loco que ha perdido por completo el juicio. Priscilla, que no ha dejado de mirar a Diana durante el relato, se acerca, y le suelta una cachetada que la derriba. La princesa, que no esperaba de ella semejante fuerza, se incorpora y se lanza sobre Priscilla, pero entonces, uno de los guardias dispara. La actitud natural de Diana es usar su brazalete, y allí mismo, un proyectil magnético descarga los 200.000 voltios tendiéndola nuevamente.
-Prepárenla para el proceso de disección- ordena el doctor ante el rostro dubitativo de Priscilla. Ella, por muchas razones, hubiera preferido conocerla más.
Las diferentes tropas se reúnen en la posción determinada de antemano. Allí los jefes dan las últimas instrucciones para el ataque. Mientras los helicópteros abandonan la plataforma izando una nube de polvo, el resto de los marines se ubica en sus vehículos preparados para la zona. Finalmente, Steve aborda su nave y despega desde una corta pista preparada para la ocasión. Tres especialistas en coordinación e informática se han quedado en la improvisada base; junto a ellos, Etta intenta mantener la cohesión de cierta parte de la operación. En América, los altos mandos, siguen de cerca la misión desde una sala específica y a través de monitores y pantallas. La tensión se percibe en los distintos ambientes, especialmente por los recuerdos de los fracasos anteriores. Ninguno de los que forma parte de la toma, puede olvidar la imagen de la bestia y los cuerpos mutilados de aquellos marines que intentaron, tiempo atrás, abordar el refugio.
Los golpes suaves pero firmes de Mark sobre las mejillas de Diana la sacan del desmayo. Cuando logra sentarse en el suelo de la estrecha y blindada habitación, apoya la espalda en la pared, y le explica al ingeniero acerca del grillete de acero que une sus muñecas: Cuando las amazonas juntan sus brazos, experimentan un flujo de energía proveniente de su lugar de origen. Si las extremidades permanecen unidas, la energía no abandona el cuerpo y produce un efecto negativo, como una especie sobrecarga que lo va agotando progresivamente.
-O sea...-expresa Mark.
-Que de no sacarme esto, mi sistema terminará colapsando- agrega Diana antes que el ingeniero logre completar su pronóstico.
Cuando las defensas del refugio, detectan los primeros movimientos de marines que se acercan por tierra, la reacción inmediata es la salida de los aviones para abrir fuego sobre ellos. Contando con esto, Steve y su equipo se presentan en la franja para defenderlos. El jefe del ejército de Psycho se prepara para anular la ofensiva. En efecto, el mismo ingeniero Mark Jason ha sido obligado a reprogramar, desde el lugar de su cautiverio, su propia creación, para que falle en pleno vuelo. Sin embargo, el coronel Trevor, adelantándose a la maniobra, ha bloqueado los programas de privación, y su nave, sin problemas, se enfrenta ahora con los enemigos que se asoman en el horizonte.
La agresiva y efectiva embestida de Steve permite que el ejército terrestre se aproxime cada vez más a la zona objetivo. Por eso, Psycho, desconcertado y encolerizado manda a buscar al ingeniero Jason para pedirle cuentas de lo que ha fallado. Junto a Mark, los guardias arrastran a una Diana muy desmejorada que ni siquiera se sostiene. – ¡No voy a pedirle explicaciones con cortesía!- enfatiza el doctor frente a Mark-, ¿Por qué el avión del coronel Trevor sigue en pleno vuelo?
-Supongo que el coronel ha encontrado una manera de neutralizar mi maniobra- le responde Mark muy calmado.
-Muy bien, o me arregla esto o se prepara para el sufrimiento
-¿Va a aplicar la tortura conmigo?- le replica Mark con tono confiado
-O no, no, no…, con ella, mientras usted mira- y señala a Diana que empeora a cada instante.
Priscilla que acaba de entrar, se acerca a la amazona, y, después que deja que una garra retráctil aparezca gradualmente de su dedo índice, abre un tajo en la mejilla de la princesa.
-Una verdadera lástima, tenía mucho interés en conocerte mejor- le dice mirándola friamente.
Continuará
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Próximo episodio: Cheeta.
SEAN FELICES

Wonder Woman - Adrianne Palicki.

   Hola, hoy les quiero platicar de el episodio piloto de la ya cancelada serie de Wonder Woman, que fue protagonizado por Adrianne Palicki.

   Aunque ya es cosa del pasado, esta serie (a criterio personal) fue poco valorada, y muy criticada desde mucho antes de que se "terminara" de hacer el episodio piloto, y escribí la palabra terminara, entre comillas, porque en realidad no fue terminado, el episodio que todos vimos descargándolo de Internet, no estaba terminado por lo menos en la edición de post-producción, y eso se ve muy claramente al ver por ejemplo, la escena donde un automóvil golpea a Wonder Woman en la persecución de un tipo a través de una calle muy transitada al momento del golpe vemos una viga de acero, que es con lo que golpea el auto, o los cables cuando pelea con un grupo de delincuentes en una de las ultimas escenas de acción.

   Como mencione anteriormente, fue muy criticado desde antes de que fuera visto, y fueron criticas muy duras, basadas prácticamente en el uniforme que portaba la señorita Palicki, su ropa podía cambiar, si hubiera habido tiempo, con esto quiero decir que si la serie se hubiera seguido grabando, seguramente el uniforme hubiera sido cambiado a algo mas acorde con lo que los fans están acostumbrados, pero muchísimos fans, al solo ver una primera foto de la señorita Palicki con pantalón, dijeron linduras como por ejemplo, que era ridículo, que era una porquería, que el programa iba a ser una basura, que eso era un insulto para Lynda Carter, que el productor era un inepto, que Adrianne Palicki, tenia cirugia plástica (¡por Dios! ¿y eso que tenia que ver con la calidad del programa?), inclusive los mas extremistas dijeron que era una "mierda", (¡Dios mio que argumento tan genial! seguramente el que dijo eso tubo una enorme jaqueca de pensar en un argumento en contra, tan elaborado). Todo eso con tan solo una foto.

   Algunos dijeron que parecia "chica mala", a mi gustaba como se miraba... ¡¿sera que me gustan las "chicas malas"?!. (la "polémica" imagen de la izquierda).

   Cuando se vio el episodio, el cual insisto, sin terminar... vimos a una Wonder Woman, enojada, (pero no con la vida como dijo alguien por ahí)  enamorada de un hombre, ( y alguien mas dijo, "como es posible que Wonder Woman este enamorada de un hombre casado") si estaba casado, pero cuando ella lo conoció y tuvo un romance con el, el estaba soltero.

   Que mato a un guardia de seguridad, si, es verdad, pero que era innecesario... no lo considero así, pues el tipo estaba disparando sin cesar, y es verdad que ella es un ser superior, pues tiene poderes, pero no es aprueba de balas, o si no porque creen que utiliza sus brazaletes para desviarlas, y si el guionista pudo haber escrito que al tipo que le disparaba se le acabaran las balas y que luego ella simplemente lo noqueara, pero la historia esta situada en "un mundo real" y en el mundo real cuando alguien le dispara a otra persona, el agredido no se sienta a esperar que se le acaben las balas al agresor, si el agredido tiene a la mano un cuchillo, o cualquier cosa que lanzarle a su agresor como en el caso de Wonder Woman que le lanza un tubo y lo mata, se considera en defensa propia, así que no lo veo tan irreal o excesivo como se dijo en algunos foros, ademas Wonder Woman, no iba con humor de sentarse a tomar un refresco con los enemigos pues acababa de morir Willis, por los experimentos con fármacos que se realizaban en ese lugar.

   Willis es el chico que se ve en la primera escena del episodio piloto.

   Que Wonder Woman es defensora del amor y la justicia en el cómic, si es verdad, pero así le ha ido con un bajón de ventas, casi al borde de la cancelación, por eso se hizo el tan polémico cambio de historia y uniforme en "La Odisea" y pues les funciono las ventas mejoraron a pesar de todo lo que se dijo. y volviendo a la serie cancelada, esta versión de Wonder Woman es mal humorada y agresiva, si, pero es algo que se pudo haber utilizado para, a lo largo de la historia haber llevado a Diana de Themyscira a un auto descubrimiento espiritual y al final terminar siendo mas parecida a la Wonder Woman del cómic, y si alguien dice "es que la Diana del cómic ya es espiritual y virtuosa desde que sale de Isla Paraíso, pues eso es verdad, pero esta es otra versión y no se puede contar lo mismo que en el cómic, porque entonces los fans se quejarían de que no hay nada nuevo y que eso la hacia aburrida.

   Que Themyscira era ¿una Empresa y no una Isla?, si también es verdad que conocimos una Empresa Themyscira, pero quien dice que mas adelante no hubiéramos visto a la verdadera Themyscira, la Isla de donde viene nuestra Amazona.

   En un foro leí (no recuerdo donde) que esta Wonder Woman tenia 3 personalidades, what?!... ¿cuales 3? eran 2, y solo 2, Diana de Themyscira y Diana Prince, Donde Diana Prince era su identidad secreta para alejarse de todo y disfrutar de tranquilidad y la compañía de su Gatito Silvestre. y Diana de Themyscira y Wonder Woman son exactamente la misma personalidad, no hay contradicciones, es como pensar que una maestra tiene dos personalidades, una cuando esta en junta de trabajo con sus compañeros maestros y otra cuando imparte clases a sus alumnos, son dos actividades diferentes, pero es parte de su trabajo de docencia. Así Diana la Empresaria y Diana La Mujer Maravilla, al no ser personalidades ocultas son exactamente la misma personalidad.

   También se critico a los Jets que uso Diana en la serie, yo personalmente supongo (me puedo equivocar) que esos Jets en el episodio con la post-producción terminada se iban a ver algo así como el camuflaje del Predator ¿se acuerdan? que era casi invisible, pues así mas o menos supongo yo que se hubieran visto esos Jets.

   Se dijo que Adrianne Palicki, no tenia la belleza necesaria para portar el traje de Wonder Woman, y a mi si me parece guapa, claro que si la comparan con Lynda Carter, pues... esta difícil encontrar una mujer que sea tan impresionantemente guapa como la señora Carter. (aunque yo conozco una chica Colombiana bellisima, que me resulta mas atractiva que la señora Carter).

   Algo mas que quiero comentar es que muchos que somos de habla hispana, vimos el episodio en ingles, algunos entienden el idioma, otros no, y otros mas o menos, y entre los que lo entienden poco, y los que no lo entienden, se crearon malas interpretaciones del episodio, o de ciertas situaciones en la historia, al final de este articulo, les dejo dos enlaces, uno con el episodio con subtitulo (depende de el reproductor que usen para que se vean o no, pues NO están incrustados, son para seleccionar en el menú),
el otro enlace son solo los subtitulo EN ESPAÑOL, para si ya tienen el episodio solo en ingles y lo quieren disfrutar en español.


   Solo para terminar, como ya se entendió a mi si me gusto el episodio, si se hubiera hecho por lo menos una temporada, hubiéramos visto episodios completos y bien "pulidos" en cuanto a efectos especiales se refiere, y se hubiera tenido suficiente material para tener un criterio informado de lo que era o mejor dicho hubiera sido esta serie.

NOTA: Todavía no se si mi compañera en este blog vaya a estar de acuerdo con lo expuesto en este articulo, pero no pasa de que me jale las orejas hasta dejármelas como las de el Elefante Dumbo... jejeje.

ENLACE 1: TV Episodio piloto Subtitulado. Click Aquí.

ENLACE 2: Solo Subtitulo, para quien ya tiene el episodio en ingles. Click Aquí.





NOS VEMOS.

Wonder Wonder Episodio 10: ÁFRICA. Escrito por Tom Monroe.

WONDER WOMAN Episodio 10: ÁFRICA.
Cuando Lyndsay desciende por la escalera principal, el matrimonio Trevor comprueba lo que temía: su hijo acaba de terminar con el compromiso. Todos lo intentos que hacen para retenerla se vuelven más inútiles a medida que ella argumenta. Manifiestamente dolida pero tranquila, Lyndsay les va explicando el porqué de su decisión. No se trata de que Steve se haya fijado en otra persona; el punto por el cual ella piensa que no hay retorno es muy diferente: recién ahora lo ve enamorado; y con eso no puede ni quiere hacer nada. Si, como le replican, Diana tiene más o menos clase que ella es un tema aparte, y no tiene que ver con la evidencia de la realidad actual. Después que la puerta se cierra, es Steve el que aparece por las escaleras con su bolso al hombro, y sin comentar su decisión, se despide con un abrazo y les insiste que recen por la misión. La madre lo sigue con los ojos húmedos a través del ventanal, para ella no es fácil olvidar lo que sucedió la última vez que partió para África. Títulos
“¿Quién es la Mujer Maravilla?” es el titular de la nota del periódico más vendido de la ciudad, que Diana lee en el vestuario cuando es interrumpida por Etta. Aunque no de primera plana, el hecho es que la información ha comenzado a filtrarse por la red, e incluso en algunos sitios aparece el video que estaba en manos oficiales. Las dos amigas comentan la noticia y luego Etta saluda radiante. No es que se encuentre tan feliz porque el avión de ella sale primero hacia África, sino que le ha tocado en suerte viajar en el mismo vuelo que Mark Jason. Diana, por su parte, espera a Steve. Después de la muerte de Tom y de la detención de Helena Circe, es el mismo coronel Trevor quien piloteará el nuevo avión con la teniente Prince. Mientras Steve se prueba el traje de piloto, Mark Jason repasa junto a él los pasos que tienen planificado cuando lleguen a destino. Ninguno de los dos sabe con que se encontrarán realmente, pero esta vez cuentan con información que antes no tenían.
El ruido de las turbinas encendidas y el personal que se mueve en torno al avión, dificultan la comunicación de Steve y Diana que acaban de coincidir para la salida. Recién cuando alcanzan cierta altura la tranquilidad consigue un espacio, y Steve le dirige una sonrisa de felicidad a su copiloto y le pregunta cómo se encuentra. Los dos juntos manejando la nave trae por unos segundos recuerdos confusos a la memoria de Steve. Con todo, el vuelo sigue tranquilo y el avión se pierde en la puesta del sol del Atlántico.
De todas las miserias que Diana había imaginado del mundo del hombre, quizás, ninguna alcanzó lo que ahora contemplan sus ojos. Entrando con el jeep -a paso de hombre- en el primer pueblo de África, Steve y la princesa se encuentran con una calle poblada de niños y mujeres. Los cuerpos deformes de aquellas criaturas absorbidas por el hambre es un espectáculo horrendo para la sensibilidad de cualquier persona, para la amazona se está volviendo insostenible. Cuando su mirada se posa en los ojos enormes y suplicantes de un pequeño, la impotencia se instala en su corazón y la comienza a afectar físicamente. Ya en la carretera, Steve tiene que parar el auto al borde del camino para que ella se reponga. Su rostro se ha vuelto pálido, y el color azul de sus ojos parece haber disminuido dejando lugar a un amarillo que asusta.
Los días previos al asalto, el grupo se disemina en distintos poblados para no llamar la atención. Steve, Diana, Etta y Mark se han reunido en una pequeña aldea desde donde se planifica explorar la zona cautelosamente. Con Helana Circe descubierta, los jefes de la delegación piensan que las filtraciones han acabado; por eso, se figuran contar con el elemento sorpresa para la toma. En las precarias cabañas de las cuatro mujeres que tiene la misión, el atardecer las encuentra en una cena distendida, en la que Diana ha dicho pocas palabras. Los varones, en las cabañas vecinas, juegan a las cartas y algunos pocos estudian los planos de la zona.
El grito desesperado de algunos aldeanos irrumpe duramente la noche, y cuando los marines comienzan a salir de sus refugios, se encuentran con un grupo numeroso de leones y chitas que ha invadido el poblado. Algunas bestias pelean entre ellas, otras tratan de entrar en las chozas de los habitantes, y las más feroces arrastran alguna presa. La escena es terrorífica, y los militares no tardan en reaccionar con disparos que en su mayoría dan en el blanco. La situación sería medianamente controlable si no fuera por el número de bestias que parece llegar de la nada. Mark y Etta han cargado una camioneta con los más desvalidos e intentan sacarlos fuera del campamento. Diana, después de haber analizado el marco, recorre el paraje socorriendo a aquellos que son arrastrados hacia la maleza. Su oído de cazadora la lleva a través de los altos matorrales donde escucha el grito de un hombre que es remolcado de su pierna. Cuando llega al lugar se encuentra con un león macho que le ruge en señal de un ataque inminente. El lazo se convierte entonces en en látigo poderoso, y el felino huye sin ofrecer resistencia.
Etta conduce a gran velocidad por un sendero desconocido y tiene que virar burdamente cuando una figura animal le sale al encuentro. El giro no es del todo afortunado, porque el vehículo colisiona contra un enorme árbol. Pasaría mucho tiempo hasta que Etta volviera a tener noches tranquilas después de ver el rostro de la criatura que le salta en el capote. Ella y Mark se quedan congelados en los asientos delanteros contemplando las fauces amenazantes que se abren detrás del vidrio, hasta que la bestia rompe de un zarpazo el parabrisas y arrastra al ingeniero hacia el corazón de la selva.
En la aldea atacada las cosas se han restablecido, y Diana se encuentra con Steve que ayuda a unos heridos. Cuando le pregunta por Etta y Mark, ambos se dan cuenta de la trampa en la que han caído. Entonces el coronel Trevor corre hacia su cabaña en busca de alguna señal, pero Diana ya ha visto el sendero en los pastizales producido por el vehículo y comienza a seguirlo.
En el interior de la jungla, en la noche húmeda, la camioneta con los desamparados se ve rodeada progresivamente por un nuevo grupo de felinos rugientes. Diana los ha escuchado, por eso su paso se ha transformado en carrera veloz a través de la selva. A medida que incrementa su velocidad, los recuerdos de Tom, los ñiños famélicos y los heridos recientes desparramados en el poblado, se agolpan en su corazón que late fuerte. Entonces siente que el odio invade su cuerpo como una savia amarga que trepa ganando terreno. Cuando llega al lugar del encuentro, de un salto se sitúa en el techo del vehículo y las fieras se lanzan hacia ella. Las patadas firmes y los golpes de puño de la amazona se suceden en forma feroz, y los animales se incrustan en la arboleda que los rodea. Algunos incluso, son capturados en el aire con su lazo, para luego ser arrojados a metros de distancia donde caen prácticamente destrozados. La casería ha terminado, y la princesa yace de rodillas en el suelo y lanza un bramido que recorre toda la foresta. Etta sale lentamente del vehículo y la encuentra llorando desconsolada y cubierta de sangre.
Aunque la aldea es asistida por personal preparado, los militares se han retirado a una zona diferente. La misión debe continuar, y ahora con Mark desaparecido el plan alternativo se ha puesto en marcha. Steve, sobre todo, esperaba este encuentro, por eso contaba con que las cosas se encaminaran de este modo. Ahora, instalados en lo más profundo de la selva africana, la mañana luminosa le sirve a Diana para olvidar un poco lo sucedido, mientras explora con Steve las zonas vecinas. Salvo por lo excesivo de la humedad, el ambiente le recuerda mucho a Themischira. La vegetación intensa, el verde furioso que se mezcla con los olores exóticos se instalan en su alma herida y son como un bálsamo que la calma. Cuando llegan al final del rio principal, el jeep frena y ambos se bajan para admirar la cascada, que cae desde la altura hasta un piletón de agua rodeado de un manto vegetal que simula una corona natural de plantas coloridas.
Cuando Diana se saca las botas que lleva Steve piensa que es una broma, pero después de verla lanzarse hacia el agua, imitándola se arroja tras ella. El cuerpo de Diana recupera poco a poco su equilibrio mientras se ahonda en las aguas de la poza. Steve apenas puede seguirla, y se extraña de que soporte tanto tiempo la respiración. Sin embargo, quizás llevado por la fuerza del deseo, la alcanza y juntos emergen riendo hacia la superficie. Con nado tranquilo llegan al margen y se sientan en una roca. Él se queda suspendido mirándola por un momento. Diana siente que su corazón vuelve a latir con fuerzas, pero contrariamente a la noche anterior, un vigor que unifica la recorre por dentro. Los brazos de Steve la rodean con firmeza mientras la besa; la amazona, por primera vez en su vida, siente que participa de un sentimiento desconocido que la engrandece sobremanera.
Mark recupera el conocimiento y observa cómo el techo del lugar gira a su alrededor, después que logra estabilizarse se pone de pie y estudia la habitación en la que se descubre prisionero. La única puerta se abre tras un sonido eléctrico y aparece un hombre alto, con una túnica blanca de laboratorio que le da la bienvenida. Sin muchos preámbulos lo conduce a una zona subterránea y en una especie de hangar se encuentra con una pequeña fábrica para armar un avión exactamente igual al que él ha diseñado. Cuando Mark analiza los planos, le pregunta por qué tanta insistencia en este modelo, y el sujeto le contesta que en homenaje a su mente tan brillante le dará una explicación apropiada: Existe una Isla mítica perdida en el Océano que no figura en los mapas. En ella se encuentra una fuente única de energía que acelera los procesos vitales de la especia humana. Pero tiene un pequeño inconveniente, la misma energía no sólo vuelve imperceptible el territorio, sino que desvía cualquier objeto que intente atravesar el perímetro del lugar. Sólo el avión que él ha construido ha logrado desarrollar una velocidad ante la cual la barrera energética no tiene poder. Por eso, necesita de un ejército de estas naves para tomar posesión del sitio. El doctor se retira después de dejarle las indicaciones necesarias, pero antes que la puerta eléctrica se cierre, Mark le pregunta quién es, y el individuo le contesta: puede llamarme doctor Psycho.
CRÉDITOS
Próximo Episodio: ESPECIE
DOS últimos episodios: CHEETAH, Y THEMISCHIRA.
NOS VEMOS

Wonder Woman Episodio 9: FAMILIA. Escrito por Tom Monroe.


WONDER WOMAN Episodio 9: FAMILIA.



En un bus escolar algunos niños viene conversando y otros se encuentran hechizados con sus celulares. En la acera de la residencia Jason, Tim desciende y camina unas metros hasta que recibe una llamada. La Señora Jason observa por la ventana el transporte que se marcha y aguarda el familiar ruido de su hijo entrando cansado por la puerta. Pero después de un momento de silencio, inquieta baja las escaleras y transita por el sendero que lleva hacia afuera. El recorrido se ha terminado, Tim no aparece, y cuando voltea a su alrededor en busca de alguna señal, un celular tirado en el camino comienza a sonar. Marta descubre que se trata del aparato de su hijo y al recibir la llamada su rostro se desfigura y no es capaz de decir una palabra. Títulos

En el funeral de Tom, mientras los soldados realizan el homenaje, una treintena de familiares permanece en silencio. En seguida que la teniente Prince arroja su rosa, se vuelve y, sin disimular su dolor, recuesta el rostro sobre el hombro de Steve. El coronel la abraza delicadamente y la retira unos pasos mientras los demás continúan con los honores. Acallan las últimas notas de los instrumentos y la gente se dispersa silenciosamente por el parque nevado en busca de los coches estacionados. Con una intención definida, el padre de Steve alcanza a Diana y comienza a platicarle de la importancia de la familia en momentos como estos. En seguida le agrega sin más: Usted no sólo es inteligente señorita Prince, además parece ser una persona buena. Por eso, -continua ante la mirada interesada de Diana- sé que hará lo justo para no arruinar una relación de años- le manifiesta con firmeza mientras dirige su mirada hacia Steve y Lyndsay que conversan a unos metros de distancia- La princesa de Themischira, cuya nobleza se forjado cada vez más con el paso del tiempo, no puede dejar de sentirse interpelada por la palabra “justo”. Por eso, sin gesto demasiado afectado le responde que se quede tranquilo, que sus preocupaciones son otras.

La residencia de los Jason se encuentra vigilada y los dueños, siguiendo las instrucciones al pie de la letra, sólo se han comunicado con el hermano de Thomas: Mark Jason, el ingeniero aeronáutico más renombrado del ambiente científico.

Helena Circe intenta encontrarse con Etta que lleva desaparecida un buen rato. Ya comienza a cansarse de la actitud desafiante de su secretaría, y al mismo tiempo sabe muy bien que ha perdido el control sobre ella, por eso le preocupa hoy especialmente su tardanza.

Steve, Etta, y Diana se encuentran con el Dr. Jason en una de sus oficinas de diseño. Etta sostiene la mano de Mark que afligido les relata lo sucedido y el porqué de no llamar la atención de las cuerpos especiales: teme que en la base no todos sean de fiar, y no puede arriesgarse a que su a sobrino le pase algo. Por eso, si no encuentra una solución accederá sin dudar a lo que le piden los secuestradores: entregarse en cierto lugar donde recibirá instrucciones. Steve trata de convencerlo razonando que no hay garantías de que con su acción el niño sea liberado. Pero Mark sabe muy bien que quieren que él trabaje en el diseño del avión y que para ello necesitan mantenerlo tranquilo. La acusación de Circe por la desaparición de Etta lleva al general Blanchestein hasta la oficina, donde se entera de lo ocurrido. Allí, no hace falta mucho para convencerlo, él también viene sospechando de que el mal ha llegado al interior de sus propias fuerzas, por eso decide organizar las cosas cautamente. Experimentado en el manejo de las situaciones, sólo reúne a un grupo selecto y desde allí comienza con el operativo: lo primero es acercarse a la familia Jason sin llamar la atención. Conociendo ya con quiénes se enfrentan, cualquier sospecha de que las autoridades están informadas puede terminar en una tragedia.

Cuando Diana y Etta llegan a la casa de la familia Jason, tres hombres les salen al encuentro y las obligan a bajarse del auto. Diana no se inmuta y permanece en el interior mirándolos en forma grave. Entonces uno de ellos se acerca, le sujeta el cabello, lo huele y le pregunta si prefiere que la retire de un tirón. Pero cuando menos lo espera, el antebrazo de ella lo golpea una sola vez en el abdomen y lo lanza a tres metros de distancia. Los otros dos, aunque demoran en reponerse de lo sucedido, sacan inmediatamente sus armas, pero Etta, a quien han dejado descuidada, saca la suya y le apunta a uno en la cabeza. El que queda, sin pensarlo dispara contra Diana, y los tres proyectiles perforan su blusa floreada para centellearse en los brazaletes que se encuentran debajo. Lo demás, sigue demasiado acelerado como para que puedan entender lo que sucede. La amazona ha saltado fuera y los ha tomado del cuello remolcándolos hasta el capote del coche.

Steve y el resto del equipo se dirigen con Mark Jason a la zona establecida para el intercambio. La cara de Etta se ha puesto enrojecida mientras discute con Diana porque ésta quiere actuar sola. La única manera de que Helena sea detenida es que el proceso se haga por vía reglamentaria. Sin embargo, Diana ha averiguado lo necesario para proceder: los mercenarios que intentaron detenerlas confesaron estar dirigidos a través de una línea telefónica; y al rastrear el celular, Etta constató que venía del interior de una dependencia de la base. Al llamar, comprobó que le sonaba a uno de los empleados de Helena en la oficina en que se encontraban reunidos. Ahora se trata de aclarar este eslabón oscuro, y no se puede perder tiempo en una orden para interrogar judicialmente, ella debe hacerlo a su modo.

Helena, por su parte, ya ha caído en la cuenta de que las cosas no van por el camino trazado, y se resguarda en una sala blindada para sacar información de sus ordenadores. La puerta de acero es la única salida del pequeño recinto de seguridad; por eso, cuando, la capitán Circe empieza a observar cómo se arquea ante una presión exterior, se sitúa contra la pared. Después que la cerradura cede la puerta se abre y aparece una mujer vestida de azul y rojo que encaja con la figura que Circe aguardaba: señorita Prince, no podía esperar menos de usted- le comenta tranquila mientras recupera la compostura. La amazona saca de su cintura el lazo y la mira diciéndole que algunas cosas de las conversaciones que han tenido no le han quedado claras. Helena, que no ha perdido la calma, le responde: muchacha estúpida, tanto te arrepentirás de haberte atravesado en mi camino.

En una oficina convulsionada, el General Blanchestein se comunica con el equipo de Steve que se dirige a la zona costera. Los detectores de calor muestran en la computadora de Etta, la ubicación exacta de un centro de operaciones -inusuales a esas horas- en el muelle. El grupo de hombres del coronel Trevor se distribuye sigilosamente por las dependencias de los galpones y sorprende a la partida de delincuentes que mantiene encerrado al niño en una habitación oscura. En la base, el general se da vueltas para pedirle información a Diana pero se asombra al no hallarla donde unos segundos atrás se encontraba. En el tiroteo la ventaja es para quienes han entrado por sorpresa, y poco a poco van venciendo la resistencia. En los momentos finales del encuentro, una camioneta logra evadir la redada y escapa a toda marcha por una salida disimulada de un depósito contiguo. En la huida se observan, por los tejados del trayecto que recorren, un par de piernas enfundadas en botas rojas que los persigue. Y, cuando ya se piensan librados, una mujer cae del cielo y se ubica en el medio de la calle oscura donde los espera. El vehículo arremete a toda velocidad, pero una bota roja se empotra en el tren delantero que se hunde chirriando y haciendo estallar los cristales del parabrisas. Dentro, los pasajeros delanteros han quedado inmóviles y el vapor del motor destrozado los envuelve lentamente. Diana se dirige a la parte trasera y arranca la puerta, dentro, un niño claramente angustiado no repara en lo extravagante del atuendo de su heroína. Los ojos y la sonrisa de la amazona le infunden confianza, por eso se arroja a sus brazos y la abraza con fuerza.

Después que Mark recibe a su sobrino se dirige a Diana y a Steve y seriamente les confiesa que va a viajar a África. Ante la mirada perpleja de ambos él les explica la situación: si uno de su familiares saliera lastimado no se lo perdonaría, y por lo intereses que están en juego, tarde o temprano es lo que ocurrirá. Sabe que los planes del avión ya están en manos riesgosas y que sí o sí lo necesitan para que los explique. Por eso está dispuesto a encontrarse con este grupo, y una vez dentro será él mismo quien los lleve hacia ellos. Steve acepta el plan, siempre y cuando deje que lo organicen bien, en una acción conjunta, y naturalmente, después de la cena de Navidad.

Inútilmente interrogan a Helena sobre lo sucedido, desde el momento que fue detenida no ha dicho una sola palabra. Mientras se la llevan, se cruza con la teniente Prince a quien dirige una sonrisa sarcástica. Etta se encuentra en dificultades cuando intenta explicar los detalles que la llevaron a descubrir tal grave filtración. Diana, en cambio, ante el silencio de Circe, solo comenta que al llegar encontró a la capitán atada con un cartel que llevaba escrito la localización del secuestrado.

En un ambiente todavía convulsionado, al general Blanchestein le cuesta atraer la atención del equipo que examina el material que se rescató de las manos de Circe. Sin embargo, el silencio se impone cuando un video deja a todos sorprendidos: la filmación casera muestra a los marines de misión en África cuando son atacados por lo que parece ser un animal. En los segundos siguientes, el presentador congela la imagen y en un primer plano aparece el rostro de una bestia que se levanta de la maleza. Sin embargo, para Diana no ha sido lo más impactante, el final de la cinta es el que la ha dejado con un nudo en la garganta: un armazón sostiene un pedazo de metal sobre el cual se efectúan potentes disparos; inmediatamente, la cámara se acerca y se puede ver una mano que muestra el material sin una raspadura. Ante los ojos de la princesa aparece lo que temía: un brazalete de amazona es el objeto con el cual se ha experimentado.

El grupo se disuelve y Steve se acerca a Diana, que sigue confundida, preguntándole si su familiares viven lejos, a lo que ella responde que bastante. Entonces el coronel la invita a su casa para la cena de Navidad, pero la princesa le agradece excusándose de que ya tiene planes, recoge sus cosas y se marcha sin voltear. Steve, en cambio, observándola mientras se aleja, comienza a sentir que esa noche algo faltará.

En un edificio de gobierno, el general Blanchestein se encuentra reunido con el presidente y los jefes de gobierno para observar una cinta de seguridad de la base: Una mujer vestida con un traje llamativo, abre, con sus propias manos, la puerta de acero de la bóveda en la que encontraron a Helena. El rostro no se exhibe claro, sólo su figura atlética y bien formada. Cuando la proyección termina, una orden resuena categórica: señores, ya hay que saber quién es esta mujer maravilla.

En la residencia Trevor la familia se encuentra reunida en torno a la mesa mientras el fuego del hogar brinda la luz adecuada al ambiente. Lyndsay abraza a Steve que bromea con su sobrino más pequeño y el patriarca de la familia sirve a todos un coñac añejado. En la casa de los Jason, las fiestas son más discretas aunque tienen grandes motivos para celebrar. En la azotea del edificio de Diana, nuestra amazona, con la mirada perdida en la ciudad que se cubre serenamente de nieve, se encuentra de pie en la pequeña muralla al borde del vacío. En su cintura lleva un pequeño dispositivo que controla su nave; una nave especial que puede reducir su velocidad en pleno vuelo sin perder altura. El avión invisible bordea dócilmente el edificio y Diana de un salto se coloca en su interior. Ya dentro se puede escuchar su voz que exterioriza: A casa, dónde el amor sana.

CREDITOS
Próximo episodio: ÁFRICA
Faltan sólo cuatro episodios para el final.

NOS VEMOS

¡Y aquí esta La Nueva Justice League!

Bueno Amigos, aquí tienen el nº1 de La Justice League, solo les comento que en este numero todavía no aparece nuestra Amazona consentida, pero en el próximo numero ya se va a integrar a la Justice League. Si tienen curiosidad de saber que héroes aparecen en este numero, les cuento que aparecen Batman, Hal Jordan, y Superman, en ese orden, el numero esta en ingles a la brevedad posible va a estar en español. que lo disfruten.

Justice League nº1. (ingles)



Nos Vemos Pronto.





Wonder Woman Episodio 8: BANDO. Escrito por Tom Monroe.


WONDER WOMAN Episodio 8: BANDO.



Diana marcha aprisa por los corredores de la base y al llegar a una área exclusiva entrega la identificacion y se acomoda el cabello casi al mismo tiempo. Adentro, la luz no es abundante y sólo se escucha la voz del General Blanchestein que sin interrumpirse mira fugazmente a la teniente Prince que ha llegado inexcusablemente tarde. Desde temprano, un equipo formado por diferentes divisiones se encuentra analizando la misión en África, que tomará un refugio que se supone resguarda armas y experimentos científico oscuros. El abordaje se ha planificado por más de un año, ya que los cuerpos anteriores llevan dos intentos fallidos. Ahora el Gobierno en sus más altos círculos se encuentra comprometido en el éxito de la misión. El adiestramiento final tendrá lugar en una zona secreta de los Estados Unidos, y, aunque no se trate del prototipo, participará un avión de generación hermana piloteado por Tom y Diana. Al terminar de hablar, el General, se dirige a uno de sus secretarios y le pregunta dónde se ha metido Helena Circe.

Entre tanto, Helena dialoga con Priscila Rich en las enormes escalinatas de las afueras de un Edificio de Gobierno. Priscila se muestra terminante: aunque la custodia del ingeniero Jason sea fuerte como la del presidente, no se puede esperar más tiempo porque la fecha se acerca. Por lo demás, Helena y su grupo deben dejar tranquila a la oficial Prince y ocuparse sólamente de que el teniente Gregor participe del entrenamiento. Pero Circe no se muestra de acuerdo y manifiesta que no quiere a la teniente Diana Prince en la misión. Sin responderle, la dama de cabello rojizo da media vuelta y se sube en la limusina que la espera. Para reprocharle, Helena abre la puerta del coche y se encuentra sorpresivamente con la cara de una chita que le ruge en señal de advertencia. Sentada detrás del animal, Priscila la mira fijamente y le sentencia: Jamás vuelvas a contradecirme. El coche parte y Helena en voz alta se dice a sí misma: “Gata engreída, todavía no me conoces”. TITULOS.

Steve se encuentra terminando los detalles de su partida y atiende a Lyndsay que le reprocha la indiferencia del último tiempo. El se excusa con el juicio que tiene por delante y con una misión que se aproxima; no obstante, le promete que el viernes, después de la semana de entrenamiento, ella puede ir a buscarlo a la base y se tomarán el tiempo necesario para hablar las cosas. Muy cerca, en la biblioteca, al padre de Steve le ha sido imposible no escuchar el desencuentro.

Diana llega con su bolso al campo de entrenamiento y tiene que soportar la mirada desconfiada y las indirectas de sus compañeros porque es la única mujer en la misión. Aunque no pertenezca al cuerpo directo de abordaje, su papel de asistente le exige conocer minuciosamente los detalles participando también de la instrucción. Por eso, intenta mandarles un mensaje, cuando a propósito le arrojan fuertemente parte del equipo y ella lo recoge con presición y firmeza.

Cinco aviones son piloteados entre las montañas majestuosas de la zona. La belleza del lugar estimula a los pilotos a ciertas destrezas previas al delineamiento de la rutina. Sin embargo, en una de las naves los problemas se han seguido desde que despegaron, y una vez alcanzada la velocidad de travesía se intensifican. Desde la base se les ordena regresar y Tom dispone todo para ello. Pero en ese momento los controles muestran lo inevitable: el avión se encuentra abruptamente fuera de control. Después que se ha hecho todo lo posible, los pilotos llegan a la conclusión de que cualquier intervención humana resulta inútil. Pero lo peor está por llegar: cuando se alistan los eyectores de emergencia, el comando de Tom no responde y Diana insiste en no abandonar la nave. En medio de la situación la amazona le increpa a su compañero que sólo salta si él salta, y que por lo tanto tendrá que confiar en ella. Dejando una estela negra, el avión se proyecta furioso contra la zona más boscosa del lugar, entonces Diana arranca con su mano el asiento del piloto; después, como quien corre una simple banda de papel aluminio, barre la placa del costado y en medio del viento que los hostiga arroja cuidadosamente a Tom hacia afuera. La salida brusca arrastra al desafortunado piloto que cae al vacio, y Diana se lanza tras él para alcanzarlo. Sabe lo arriesgado de la empresa: manejar las corrientes de aire es difícil para una amazona, hacerlo cargando otra persona es casi imposible. Sin embargo, su destreza, su coraje y su compasión logran que llege hasta Tom y lo sujete. En la caída libre que llevan, la amazona le explica cómo debe aferrarse a ella, y el pobre Tom, después de lo que ha visto obedece inmediatamente. Pero en ese instante, el avión explota y un pedazo del mismo sale proyectado y los golpea con fuerza separándolos irremediablemente. Para Diana el salvataje se ha vuelto imposible, y tardiamente -por la impresión- logra reponerse escasamente, por eso atravieza en forma violenta los árboles del bosque y queda inconsciente en el suelo.

Los equipos en la torre han confirmado la falla en las eyecciones. Las esperanzas de encontrarlos con vidas son casi inexistentes. Mientras Steve conduce su Jeep hacia donde han caído los restos del avión, recibe una llamada de Etta que, después que logra hacerse escuchar, le dice no sólo que Diana está con vida sino que también sabe dónde se encuentra. Mientras observa en su pantalla un mapa en el que se muestran focos extraordinarios de energía, le indica a Steve la situación exacta de la teniente Prince. Diana ha caído en una zona muy boscosa de difícil acceso. Steve se desplaza a toda velocidad siguiendo las indicaciones de Etta y logra llegar hasta el final del camino accesible por vehículo. Cuando se baja, ingresa en la parte más cerrada del bosque, y tras él, en un cartel se puede leer: Reserva de lobos salvajes.

El temblor de los párpados, el dolor y el mareo, le impiden a Diana ver y orientarse correctamente. Con esfuerzo logra finalmente situarse y se descubre en el medio de la floresta. El primer recuerdo que le viene a la mente es el rostro del pobre Tom que se aleja suplicándole ayuda, pero se ve quebrantado bruscamente cuando su oído registra un bufo entre la espesura. Cuando logra incorporarse descubre frente a ella un lobo gris que la mira provocador. En cuanto trata de avanzar sus piernas no la sostienen, por eso, cae y se pega la cabeza en una piedra. La fragilidad de la presa excita aún más al animal que se lanza sobre ella cuando dos disparos certeros lo detienen y lo derriban.

En forma progresiva el rostro de Steve se aclara ante la princesa, y unos segundos después, Diana comprueba cómo le limpia la sangre del rostro y le ofrece una sonrisa alentadora. La serenidad y el calor inusual de la noche predicen la tormenta que se acerca. Steve, después de comprobar que no tiene señal, enciende un fuego. Diana acomodada en una roca, lo observa, y no puede dejar de pensar en la suerte de Tom. Después las heridas se calman y la amazona se duerme. Steve se sienta junto a ella y a punto de tocarle el cabello se detiene, sólo la observa y susurra: parece un ángel.

El amanecer encuentra a todos en una fuerte tormenta que dificulta la búsqueda. Diana y Steve, a causa del agua y del estado de ella, han emprendido el camino de regreso con dificultad. Helena acaba de llegar a la base de entrenamiento con Etta, y mientras le indica que tristemente habrá que avisar a los familiares de la teniente Prince, su secretaria, sin que la vea, sonríe burlona.

La lluvia y los rayos caen tan fuertes que el diálogo entre Diana y Steve se ha vuelto casi imposible. Al llegar al final del camino enlodado, Steve deja a su compañera apoyada en la base de un árbol y va en busca de alguna salida que sortee el precipicio que se interpone entre ellos y la continuación del sendero. Diana sabe que los lobos, sin la protección del fuego, los encontraran rápidamente, por eso hace un esfuerzo final sabiendo que la dejará peor de lo que está. Espera que Steve se encuentre alejado y apoya firme la muñeca de su brazo en la frente; entonces la energía de Temischira brilla brevemente y le devuelve la tiara que se guarda en la Isla. Al lanzar la corona, la velocidad de ésta, lejos de perderse se incrementa paulatinamente, y lo que en principio parece un rumbo errante se convierte luego en dirección precisa: como disco de fuego, el emblema de princesa atraviesa dos viejos arboles, cercenando sus troncos y haciendo que caigan improvisando un puente.

El acceso a la “Base Smallville” después de los últimos acontecimientos ha sido dificultoso, incluso para personas con influencias como Lyndsay, que ha tenido que esperar casi una hora para la autorización. Cuando la muchacha ansiosa llega a la explanada de arribo, se encuentra, en medio de personas que van y vienen, con una camioneta de la que bajan Steve y Diana. La teniente Prince lleva un paso inestable y pronto pierde el conocimiento. Steve evita que caiga y la toma con fuerza en sus brazos hasta que la deposita en la camilla que se acerca. Para Lyndsay el gesto ha sido suficiente. El rostro de Steve, sus modos, el conjunto todo le ha mostrado los sentimientos en que se ha fundado la escena. En todos los años que lleva de conocerlo nunca lo había visto de ese modo; por eso, guarda el pequeño presente que lleva en su saco y se pierde en la confusión discretamente.

Créditos
Próximo Episodio: FAMILIA

NOS VEMOS

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