Justice Magazine.

Hola, normalmente no comparto imágenes individuales, pero gracias a mi amigo el señor Enrique Avelleira que me paso esta bella imagen, que también la pueden encontrar en DeviantArt, y me encanto, se las comparto por si alguien no la a visto, que no se pierda de apreciar la belleza de esta imagen, y por supuesto, de la Belleza de La Princesa Diana, sin mas que decir, aquí les dejo la imagen.


Sin mas por el momento...
Nos Vemos Pronto :D

Liga De La Justicia 11 (Español e Ingles).

Como el titulo de esta entrada lo dice, les voy a dejar el numero 11 de la Justice League en ingles de parte de My Comic Post, y español es una cortesía de los chicos de Justice League Incorporated, les recomiendo este numero pues los miembros de la Liga aquí aprendieron que no deben de subestimar la ira de una Amazona, y mucho menos cuando esa Amazona es La Princesa Diana de Isla Paraíso, ¡La Mujer Maravilla!.



Descarga Liga de La Justicia, en Español 11.

Download Justice League 11, in English.

Wonder Woman 11 (español e ingles).

Les traigo el numero 11 de Wonder Woman en español e ingles, la versión en español es por cotesia de de los chicos de Bloguero Comics, y la versión en ingles, como siempre por parte de My Comic Post... se los recomiendo esta muy buena la historia de este numero, o por lo menos a mi me encanto, y sin mas preámbulo les dejo para que lo descarguen.



Descarga La Mujer Maravilla 11, en Español.

Download Wonder Woman 11, in english.

Nos Vemos Pronto :)

Wonder Woman por Tom Monroe. Temporada 2, Episodio 8.




Episodio 8: LEGADO.

Andros toma en sus manos uno de los brazaletes que descansa sobre la piedra y observa sus detalles: Forjado en un material desconocido lleva pequeñas estrellas rojas que rodean toda la circunferencia; en el medio una de mayor tamaño brilla con más intensidad. Mientras pasa suavemente la yema de su dedo índice sobre ellas, la Reina irrumpe en el lugar:

-Son de carbúnculo rojo…, las estrellas…., están confeccionadas de un material que sacamos de la Isla y se llama carbunclo- le dice Hipólita mientras se acerca y le retira el brazalete de la mano, para luego agregar-y se supone que en esta habitación sólo entra la Reina.

-Lo sé- le contesta Andros-Pero tú Hipólita no puedes hacer nada para que me transporte libremente por el espacio terrestre.

-Aparentemente ya no puedo ordenar nada a nadie, mis hijas ya no me escuchan-
-Aparentemente-le replica Andros-ya hace tiempo que tu no las escuchas a ellas ni a tu conciencia. Pero dime ¿Cómo funcionan estas cosas?

-Son regalos- contesta mientras acomoda el lazo en su lugar- En esta habitación se encuentras las armas simbólicas de las amazonas: el lazo, los brazaletes y la tiara. El origen de ellos es un secreto sólo para nosotras; el porqué se guardan aquí es muy sencillo: la amazona elegida no puede portarlos todo el tiempo, por eso se mantienen seguros en este lugar al que sólo tiene acceso la Reina. En el momento que la destinada los precise, debe girar para atraer hacia ella la fuente de energía que yace sobre esta cueva; y al igual que tú te transportas casi insensiblemente por el espacio, la energía transfiere las armas a la guerrera que espera.

-Primitivo, pero fascinante-agrega Andros.

La charla se ve interrumpida por las puertas de acero que se abren y dejan al descubierto una delegación de mujeres encabezada por Donna.

-¡Reina Hipólita, queda depuesta de su cargo!

Títulos.

Diana ajena a lo que ocurre contempla el mar desde su acantilado predilecto. Desde allí, hacia el frente se domina gran parte del horizonte y hacia atrás se levantan majestuosas las montañas de la Isla. Contrariamente a lo que se espera, por la pequeña bahía que se forma y la enorme pared vegetal que establecen las montañas, no hay usualmente formación de viento, por eso la calma acentúa aún más la belleza del lugar. La tranquilidad, sin embargo, se  quiebra, primero por un estampido en el cielo y segundos después por una brecha que se abre en el agua y que va dejando tras de sí una estela de espuma. Diana reconoce inmediatamente el ruido de su avión y se lanza hacia el mar sin pensarlo. Una tortuga en las profundidades, sorprendida observa el cuerpo de la amazona que se cuela en el mar tras un clavado perfecto, y que continúa luego como un proyectil perdiéndose en una zona lejana. El avión invisible reposa sobre la superficie del mar mientras Steve se saca su casco posado en un ala. El ruido del agua que se abre le reclama su atención y entonces ve emerger el cuerpo de Diana que de un salto se sitúa en el ala contraria. Los dos se miran y se sonríen y luego la amazona le dice:

-Tenemos que dejar de encontrarnos de este modo.

Cuando Hipólita termina de escuchar las acusaciones que sobre ella realiza el Gran Consejo, se levanta de su sitio y con calma pero profundamente amargada se dirige a sus hijas, especialmente a Donna y Drusila:

-Hijas mías, han olvidado porqué he sido elegida Reina, y además han tomado esta decisión sin la presencia de Diana, por eso no tiene valor alguno.

-Con respeto Madre, pero vas a tener que dejar las instalaciones del Palacio-agrega Donna.

-Como decía hijas, han olvidado el porqué de mi elección. Piensan que no sabía que esto terminaría así, lo vi desde el primer día que Steve Trevor llegó a esta Isla, por eso esto los hago por el bien de todas ustedes-repita la Reina mientras sus ojos se tornan levemente amarillos. En ese instante, las murallas de piedra del recinto se corren y tras ellas aparecen amazonas con arcos y flechas de carbunclo rojo -el único material del mundo que puede perforar los brazaletes- que les apuntan a las presentes. Beau se encuentra al mando de ellas.

-¿Por qué Beau?, ¿Porqué si tú fuiste la que no animó a desafiarla y decirle que estaba equivocada?-Pregunta Donna impresionada.

-Y sigo pensando que lo está hermana, pero no puedo dejar que las cosas se hagan de este modo, soy fiel a la ley de las amazonas.

En ese instante Andros ingresa en la sala y desarma con un movimiento de su mano a una docena de amazonas que en vano le disparan con el arco; pero el lazo de 
Artemisa certero y rápido, lo envuelve con una energía para él desconocida.

El avión invisible flota en la superficie de un mar calmo como nunca. En la misma ala, Diana y Steve conversan sentados con los pies sumergidos en el agua hasta las rodillas. Ella lleva el cabello apenas mojado porque se le ha ido secando con el viento; él se ha sacado lo más pesado del traje y juega con el caso en la mano mientras la mira y conversan. Steve Trevor nunca pensó que sinceramente pudiera atarse a una sola mujer. Si se comprometió con Lyndsay fue porque era inevitable que escapara a la fuerte costumbre de la familiar, y en cierta manera con ella se sentía cómodo; pero su estatus social, su presencia y su carisma le jugaron ciertamente en contra a la hora de asentar el corazón. Ahora en presencia de Diana, no puede entender que no tenga más ganas de conocer a nadie; más aún, que sepa con tanta certeza que no necesita buscar más mujeres. Ella se encuentra allí, frente a él, y le habla sin ambigüedades, sin juegos de seducción, con la simpleza más pura que jamás ha visto; sin embargo, sus palabras están lejos de manifestar una condescendencia infantil, por el contrario están llenas de convicción y fuerza. 

A miles de kilómetros de ese encuentro, otro no menos esperado, se presenta en la nave de los skrells que orbita fuera del alcance de los sistemas terrestres. Helena Circe se presenta tras unas puertas que se abren automáticamente, y conoce finalmente a la cabeza de toda la operación.

-Por fin nos vemos las caras, permítame presentarme: soy Cyber. Helena…, soy el que se ha mantenido en contacto anónimo todos esto años con usted- Helena lo saluda sin decir una palabra, la astucia de la serpiente la lleva en sus venas. 

-Sabíamos que podían presentarse algunos inconvenientes- le dice el misterioso sujeto mientras da indicaciones a los skrells con un extraño sonido que sale de su boca. 

-A la Mujer Maravilla no la llamaría precisamente un inconveniente- responde Helena mientras inspecciona el lugar con su mirada-

-¿Mujer cuánto?-pregunta el doctor al parecer intrigado, para luego continuar-Creo que no me comprende. Andros es el inconveniente, todavía no ha desplegado su poder porque no quiere dañar a los terrestres. Él es el verdadero problema…, pero no se inquiete, nosotros tenemos ya la solución.

-¿Qué sería?-pregunta Helena con su acostumbrada indiferencia-

-Puedes llamarlo Sardok- le dice el doctor mientras abre una compuerta transparente que deja al descubierto algo que llama la atención de Helena…

Steve y Diana terminan de acomodar el avión en la costa cuando Drusila llega al lugar agitada y le cuenta a su hermana las últimas novedades.

-Ahora el palacio está custodiado y ella ha dado órdenes de disparar si alguna de nosotras se acerca, además tiene a Andros detenido-puntualiza la amazona mientras Diana y Steve la escuchan atónitos.

Steve intenta en vano detenerla, e igualmente en seguirla, a los pocos segundos una figura blanca atraviesa los bosques de Themischira a tal velocidad que apenas puede distinguirse su forma. No le es difícil a Diana saltear las primeras barreras del palacio, la custodia todavía no es fuerte, pero se frena al llegar al patio principal. Una veintena de amazonas, mientras le apuntan con arco y flecha, le ordenan que se detenga. Diana sabe del material que llevan en sus puntas, e igualmente estar al corriente de la inutilidad de los brazaletes, sin embargo, por muy veloz que estas armas disparen, jamás igualarán a las balas con las que ella se ha entrenado. Avanza gradualmente hacia la entrada principal, dejando en duda a sus hermanas durante los primeros pasos, pero luego una lluvia de cúspides rojas le sale al encuentro. No es complicado esquivar las primeras, pero a medida que se incrementa el número comienza  a sentir que va a perder el control. Puede naturalmente evadir muchas, pero necesita sus brazaletes para detener otras que vienen el mismo tiempo.

Cuando Hipólita se entera que es su hija mayor quien ha roto la veda, se lanza por los claustros del palacio hacia el patio. Todo en su memoria se reúne en esos instantes: las traiciones y luego vejaciones de los hombres antes de que se refugiaran en la Isla, el nacimiento de Diana en Themischira, su crecimiento armonioso y en paz, la llegada del Coronel Trevor, y ahora su hija que yace sin vida en el mármol frío del palacio. 
La inevitable flecha casi llega al corazón de la princesa que no logra evadirla, pero el amor de una madre es más fuerte que cualquier energía, e Hipólita se interpone entre ella y su hija.

Diana sostiene en sus brazos y con el rostro atónito, a su madre que comienza a colorear de rojo el impecable mármol.

-No te preocupes hija, no es mortal-le dice Hipólita mientras le acaricia el rostro.

El atardecer encuentra la Isla en calma y la Reina que despierta en su  lecho pregunta por Diana.

-Se están marchando con el Coronel y con Andros-le contesta Domenika.

Cuando Beau despide a Diana Steve y Andros y les pide que se cuiden, un murmullo de pies que se abren paso por la hierba de la ladera les hace girar: la Isla entera acompaña a su Reina que apenas puede caminar. El silencio de todas al detenerse es impresionante; después sólo avanza Hipólita hacia su hija.

-Algunas personas se convierten en guerreras por la rabia que llevan dentro, otras simplemente nacen para ello. Esto hija mía, te pertenece-le dice la madre mientras deposita la tiara en sus manos. Diana sonríe como sólo ella sabe hacerlo, iluminando el alma de todos los presentes

La amazona, a la vista de todos, sube unos metros la ladera, casi hasta el borde del acantilado. Detrás, otra vez las montañas de la Isla le sirven de marco, delante el horizonte tiñe de dorado oscuro el cielo que secuestra la noche. Cuando la princesa de Themischira eleva sus brazos sosteniendo la tiara en su mano, Steve la contempla con una sonrisa de admiración; ella levanta la cabeza y mirando siempre el mismo punto comienza a girar suavemente con una elegancia que nadie ha podido imitar en todos los siglos del legado. El estallido furioso de energía la cubre por unos instantes, después desaparece, y  tras ese estallido de color, ante los ojos de todos, aparece la Mujer Maravilla.


Créditos
Próximo Episodio: JUSTICIA.


En este ENLACE pueden encontrar la Novena parte de esta historia.


Nos Vemos Pronto :)

Wonder Woman por Tom Monroe. Temporada 2, Episodio 7.


Episodio 7: CERCADO.



Cuando Mark Jason irrumpe en la oficina de Etta acompañado de dos oficiales con un carro extraño, ella cae en la cuenta que algo no anda bien. Pero sus temores se confirman cuando tras sí, los hombres cierran la puerta y bajan las cortinas metálicas que cubren los enormes ventanales. Finalmente la sorpresa alcanza su plenitud al activarse el mecanismo de la caja que abre unas compuertas: dentro de ella un skrell plegado se descontorsiona y se incorpora frente a Candy. Etta, inmovilizada, fija su mirada en los ojos oscuros de la criatura que se le acerca. Puede notar su piel blanca y gelatinosa, húmeda por demás…y le intriga la boca que permanece cerrada y parece esbozar una sonrisa. Lo demás ocurre demasiado veloz para que pueda percibirlo.

El skrell la rodea con su cola bloqueándole los brazos y las piernas, se posiciona por detrás y abre sus fauces como una serpiente descubriendo una hilera de dientes finos y pequeños. El mordisco en la cerviz es rápido y certero. Etta siente cómo pierde gradualmente el control sobre sus miembros, y aunque su mente permanece lúcida ya no puede ordenar ningún movimiento: el skrell que está a su lado la controla por completo.

Títulos.

Etta camina por los pasillos de la base y experimenta ahora la pérdida gradual de conciencia. Mark que la acompaña abre la puerta de seguridad y la invita a entrar en una pequeña sala. 

-Etta, sé que todavía puedes oírme- le dice en voz baja- El skrell todavía no toma posesión total, el proceso no se ha completado. 

Etta no puede mover la cabeza para asentir pero logra parpadear en señal de respuesta.

-Confía en mí-agrega Jason mientras se lleva una mano a la espalda.

En esos instantes se abre un panel interior y dos oficiales entran acompañados del skrell que la acaba de infectar. Mark saca su arma y dispara sobre los hombres que caen al suelo. La criatura, débil en esencia, intenta escapar por el mismo lugar donde acaba de entrar, pero Mark también le dispara. Enseguida saca de su bolsillo un cartucho que deposita sobre el pecho descubierto de Etta y con un pequeño clic se visualiza un cambio de color en la sustancia del artefacto. La oficial Candy recupera lentamente sus movimientos mientras Mark le explica lo sucedido.

-Te he administrado el antídoto que me ha dejado Andros, el mismo que me ha permitido sobreponerme.

-¿Porqué no lo han distribuido por la superficie de todo el planeta desde el comienzo?-Pregunta Etta mientras se friega las piernas.

-Porque una segunda inoculación producida por el mismo skrell sería irreversible. En tu caso ya no hay peligro-comenta Mark mientras observa la criatura que parece ablandarse en el piso- Pero ahora tienes que recuperarte lo más pronto posible, el barco con el General Blanchestein está tomado y ha llegado a llegado de la misión con un propósito: infectar a los líderes, para que a su vez ellos contaminen a otros y así la cadena se extienda por las cabezas de la humanidad. Hoy es la reunión cumbre.

En Themichira el atardecer pinta las montañas que permanecen tan ajenas a la convulsión del mundo exterior. Dentro del palacio, Diana, que todavía no se recupera, discute con su madre frente a su consejo y a Andros:

-¡No lo entiendes, si el resto del mundo cae en manos de los skrells ya no habrá Isla Paraíso! 
Beau interrumpe el intercambio de palabras y frente a la mirada atónita de todos exclama:

-¡Ya basta Hipólita!- Has cruzado el límite. Hemos aguantado tu hostilidad hacia el mundo del hombre porque eres nuestra reina, pero no porque tengas razón. Nadie en el consejo está de acuerdo con las decisiones que vienes tomando. 

Hipólita no da crédito a lo que escucha e inmediatamente se repone expulsando a Beau de la reunión. Diana, que se ha mantenido calma, dando así testimonio de la realeza que lleva en sus venas la enfrenta decidida:

-Muy bien madre, sigue encerrada en tu refugio de piedra, no seré yo quien te enfrente. Pero quiero que sepas que desde hoy renuncio a mi cargo en la Isla. Mañana, después de hacer lo que corresponde, mismo me iré de aquí, y no volveré a poner un pie en esta tierra, aunque ello me signifique convertirme en una simple mortal.
Diana se retira, pero no lo hace sola, inesperadamente, sus hermanas Donna y Drusilla la siguen aún en contra de las órdenes de su madre.

Las delegaciones de los países llegan al Edificio de las Naciones Unidas en medio de una fuerte custodia. El veneno de los skrells corre por la sangre de muchos y lo que se piensa es una situación controlada, lleva en su interior una sentencia de muerte. En el piso treinta y cuatro, se presentan Etta, Mark y Steve, con la información que le han solicitado. Helena Circe misma los recibe en una sala oculta que les devela el más horrendo de los espectáculos: cientos de skrells, aparentando una masa de parásitos blancos, se intercambian mensajes mientras llevan el control de los infectados.

El último coche llega al estacionamiento subterráneo e inesperadamente explota al detenerse. El General Blanchestein, alegando que la evacuación no es posible, ordena que por al atentado los líderes sean reunidos en una habitación de máxima seguridad. 

Etta le explica a Steve los últimos detalles del plan para evitar que los presidentes y ministros sean emponzoñados en masa cuando caigan en la trampa de agruparse en una misma habitación.

-Todos los sistemas de comunicación están controlados desde esta sala. La única manera de mandar un mensaje que le llegue a todos es entrar en ella e insertar este drive en un aparato como éste-le señala Etta mientras le muestra una imagen en su celular.-Tienes que esperar cinco minutos para que cargue, si abortas antes no valdrá de nada. 

El anochecer baña las costas de Themischira y Diana lo contempla frente al mar que brilla como moneda nueva. 

-He visitado planetas con ocho lunas… ¡Te verías bellísima bajo ese cielo!- le dice Andros que se acerca por detrás sigilosamente.

Diana se vuelve y le sonríe con esfuerzo. 

-Tenemos que volver lo antes posible Andros.

-¿Te preocupa alguien en especial?

-Todos Andros, y me extraña que un hombre como tú, encargado de una misión tan importante, de pronto descienda a un nivel tan insignificante.

-Eres todo una Princesa- le responde con un gesto de vergüenza en el rostro.

El general Blanchestein en persona supervisa el lento movimiento de los grupos hacia la trampa, cuando un oficial se le acerca, y le informa que no encuentran al skrell del Coronel Trevor por ninguna parte. Sin perder un instante, y luego de dejar a otro al mando, el general se dirige con una fuerte comisión hacia los pisos superiores. Steve entretanto llega a la sala informática que se encuentra fuertemente custodiada. Sabe el tiempo con que cuenta y ha puesto en la balanza los efectos colaterales. Por eso, a pesar de lo que significa para él, les dispara a los guardias controlados en las piernas. Tal cual se lo había anticipado Mark, el dolor que sienten bloquea por unos instantes el control que sobre ellos se ejerce, y Steve lo aprovecha para irrumpir en la sala disparando ahora sin piedad sobre los skrells que la gobiernan.

-No puedo arriesgarme- grita Helena cuando se entera de la filtración- Disparen a todos los que se presenten en el camino. El celular de Steve recibe el mensaje: “Van para allá. A un minuto del lugar”. 

-Creo que no lo logrará- le confía Etta a Mark en las afueras de las Naciones Unidas.

-Tranquila-

Steve ha tomado ya la resolución: con el dispositivo insertado en la caja principal, la carga en sus brazos y se escapa en un elevador. Helena lo sabe e inmediatamente una fuerza invisible recorre los claustros del edificio y detiene el ascensor en medio de un chirrido metálico. Steve abre la puerta a patadas y se desplaza ahora por las escaleras. Faltan tres minutos para que se complete el proceso. El general y sus oficiales, que llegan casi junto con Steve a la azotea, se tranquilizan cuando ven que no tiene salida.

Steve sigue corriendo a toda velocidad hacia el borde del edificio, como si no existiera el abismo. Ya casi al final se detiene, se da vueltas y les sonríe inexplicablemente. De pronto su figura se desvanece en la nada. 

El avión invisible que descansa en el lugar lo oculta ahora de cualquier fuego. Para Steve se trata de un viejo amigo, por eso no tarda en familiarizarse con él y despega sin problemas.

En diferentes sectores de la Naciones Unidas, los mensajes comienzan a llegar, y unos por un lado, otros por otro, los líderes abandonan el lugar.

Arriba en el Cielo, Steve recuerda el mando de voz que lleva su avión y exclama:

-¡A Themischira!-

Créditos
Próximo Episodio: LEGADO.

Nos Vemos.

Wonder Woman por Tom Monroe. Temporada 2, Episodio 6.


Episodio 6: ENCUENTRO.



En la plataforma sur del barco en que se realiza la operación de Andros, un grupo de marines se sorprende por la presencia de una figura femenina que camina hacia ellos. Cuando le piden que se detenga la mujer sonríe y continúa sin inmutarse. La amenaza de fuego pronto se vuelve realidad y el primer disparo sale del arma de uno de los hombres para impactar unos metros antes de Circe, en una especie de escudo invisible que la rodea. Los demás proyectiles se desvían igualmente mientras ella se acerca cada vez más. A unos pocos metros, con un ademán de manos solamente, dos de los marines salen impelidos por encima de la cubierta hasta caer en el océano. Circe sonríe, cuando ve que en el acto, un grupo de tiburones muestran sus aletas en dirección a ellos.

Títulos

La pantalla del equipo registra, frente a Andros y un grupo de técnicos, una imagen que tiempo atrás les hubiera sorprendido ampliamente. Ahora, después de todo lo ocurrido, tiene un impacto mucho menor: un grupo de barcos que no  registra actividad eléctrica ni hidráulica se acerca a gran velocidad hacia la zona donde se encuentran. Inmediatamente dos helicópteros despegan hacia la zona. El General Blanchestein insiste en que Andros no puede formar parte del rescate de la oficial Prince y del coronel Trevor. No hay esperanzas de que puedan encontrarlos con vida, y no se puede arriesgar la vida de la persona más necesaria en esta guerra contra los skrells. La discusión se ve interrumpida por un marino que informa sobre las naves que se acercan: -¡“Son mujeres, y se desplazan a remo”!.

Los remos de lo que parece acero entran y salen en el agua con tanta velocidad que simulan hélices que mueven las embarcaciones. Arriba un grupo de amazonas paletea  unánime bajo las órdenes de una guía. Hipólita se encuentra en la proa y espera ansiosa el encuentro con los hombres. Sabe que es algo inminente. Un resplandor eléctrico interrumpe la armónica labor en cubierta y Andros se hace presente en medio de ellas.

Circe, después de derrumbar la puerta de entrada, irrumpe en la división principal y saluda al General Blanchestein y al Capitán que a estas alturas ya esperan cualquier cosa. 

-Mis hombres ya han tomado el control de su nave Capitán, quiero que me entregue a Andros. De lo contrario cada dos minutos iré arrojando a un miembro de la tripulación al agua. Y ya sabemos que no es precisamente óptima para nadar- le amenaza Circe mientras comienza a leer los planos que se encuentran en la mesa y las pantallas abiertas. 

Varios metros debajo de la superficie, en el interior del submarino que se inunda mortalmente, Diana ya no necesita ocultar su fuerza delante de Steve. Por eso, intenta sellar los orificios que originó la explosión para impedir que el agua siga entrando.

-Aún cuando lograses que ya no entre agua, el oxígeno que nos queda se consumirá muy pronto- comenta Steve.

-No importa, estoy seguro que eso le dará tiempo a Andros para rescatarnos-agrega Diana.

-Veo que tienes mucha confianza en él- le replica Steve mientras Diana se sonríe aún en medio de la crisis que atraviesan.

El intercambio de palabras entre Andros e Hipólita se suaviza gracias a Beau que interviene preocupada por el tiempo que les queda. Recién entonces Andros puede explicar con detalles la situación en que se encuentra la amazona. La Reina decide que se lancen directamente al agua para rescatarla, a lo que Andros responde:

-¡No lo entiende!, su hija no dejará al coronel Trevor allí abajo, y ustedes por más fuertes que sean no podrán subir sin sufrir bajas por la cantidad de escualos que parecen multiplicarse a cada instante. Tenemos que idear una estrategia

Beau pierde oportunamente la paciencia y se enfrenta por primera vez en su vida a la Reina:

-Hipólita, no te reconozco, de aquí a un tiempo parece que has perdido toda la prudencia de un líder. Estoy por empezar a pensar que al final la más afectada por el mundo el hombre eres tú-.

En la cubierta del barco militar una fila de marines aguardan sin remedio la elección de Circe para que uno de ellos se arrojado al agua. El General Blanchestein le suplica que se detenga diciéndole que Andros acaba de esfumarse delante de ellos sin que se sepa en dónde se encuentran. La fuerza invisible que sale del gesto de Circe levanta a uno de los pobres que desesperan y lo lanza en el medio del mar. Finalmente, Mark Jason que se encuentra en el grupo, movido por la compasión de los gritos que se escuchan desde el mar, le confiesa la llegada de las amazonas, a lo que Helena reacciona sorprendida:

-¿Ellas acá?- esto no me lo esperaba. Y se pone mejor.

Cientos de amazonas se lanzan al agua armadas con arpones y espadas y se introducen en las profundidades con nado veloz. Andros en cubierta, no puede ayudar en el campo de batalla, sus armas no funcionan en el agua, de ahí que los skrells se oculten en ella. Sin embargo, puede cambiar el clima; por eso, en pocos segundos las nubes se agrupan en el cielo y la temperatura desciende estrepitosamente. Potentes vientos entran en el mar y lo revuelven enfriándolo. Abajo los tiburones que ya han descubierto sus presas se sorprenden por el cambio en el ambiente y se vuelven más lentos y menos eficaces; algunos incluso abandonan el lugar en busca de corrientes cálidas. Las amazonas forman varios círculos cubriéndose las espaldas. Un ataque sorpresa sería fatal, aún para ellas. La velocidad de los primeros escualos no puede con la de estas guerreras, que con certeros golpes cercenan pedazos enteros de sus mandíbulas. Con todo, el número se incrementa poco a poco y la tarea empieza a complicarse. 

Artemisa por su parte se acerca a la nave de Diana y gracias a su tiara detiene a un número considerable de tiburones al mismo tiempo. Hipólita, que la observa de lejos, se da cuenta que la habilidad para manejar esa arma legendaria no es mala, pero tampoco es la que ha visto en Diana. 

En una de las naves de las amazonas, ante Andros y un grupo de guardianas que se ha quedado, Circe se hace presente y las barre de un golpe hacia el agua. Andros desvía un par de rayos hacia ella rompiendo su escudo protector, pero inmediatamente Circe se recupera y le lanza un destello violeta que le atraviesa el pecho y lo derrumba inconsciente.   

Cuando el submarino comienza a moverse en medio de crujidos estrepitosos, Diana sabe que ha llegado la ayuda que esperaba. Por eso, cuando llegan a la superficie arranca la escotilla y se encuentra con su madre.

No hay tiempo para demasiadas explicaciones. Apenas se entera de lo que está sucediendo, encarga a Steve a sus hermanas y se lanza en ayuda de las que han quedado luchando en el fondo. Su furia contenida ya no le hace perder el control como antes. Ahora sabe lo que hace. En pocos segundos llega al centro de la batalla encarnizada que se libra contra unas máquinas mortales, que se han reactivado porque el agua ha vuelto a su temperatura habitual.

Todas saben, a pesar de la poca claridad en el agua, que es Diana quien ha llegado. Ninguna como ella puede moverse de ese modo. Con dos espadas en sus manos, con giros y golpes precisos, parte en pedazos varias bestias en poco tiempo. Sin embargo los tiburones son muchos, por eso, incluso para ella se vuelve imposible la defensa simultánea. Un escualo enorme, antes de recibir la estocada mortal de una amazona, alcanza con sus tres hileras de dientes, la espalda de Diana. Afilados como navajas e impulsados por los potentes músculos de la mandíbula, las puntas abren un surco demasiado profundo en la carne de la amazona. En instantes el agua se tiñe de rojo y ella pierde el sentido quedando expuesta completamente. 

Steve llega junto a dos amazonas al barco militar y es recibido por Mark que lo lleva hasta el General. Allí en su presencia, les relata lo sucedido y ellos por su parte los últimos hechos con Circe. Cuando el coronel Trevor deja la habitación, el general Blanchestein mira a Mark Jason y le sonríe misteriosamente mientras sus pupilas reflejan un pequeño destello violeta.



Nos Vemos Amigos.

Wonder Woman Ame-Comic.

Recientemente Editorial DC, ha publicado una nueva historia de Wonder Woman que forman parte de una realidad alterna, donde van a aparecer varios títulos, ademas de el de Diana, entre ellos el de Batgirl, Power Girl y otras mas ,  que van a aparecer tres números de cada uno de estos personajes, para luego fusionarse en un solo titulo, donde formaran un super equipo de heroínas, como opinión personal, lo que he leido hasta hoy me a parecido muy divertido, les voy a dejar aquí los tres números de Wonder Woman en un solo archivo, espero lo disfruten tanto como yo.


Descarga Wonder Woman Ame-Comi, en español.


Nos Vemos Pronto.

Wonder Woman por Tom Monroe. Temporada 2, Episodio 5.


Episodio 5: VERDAD.



Llegados a este momento de la historia, quizás lo mejor será hacer una pausa en la acción y volver la mirada hacia el interior de los protagonistas. Nos encontramos así, con algunos corazones que en el medio de la crisis buscan la verdad de lo que creen y sienten. En un mundo amenazado por la destrucción y en el que parece haberse perdido el control, algunos sin embargo, no renuncian al camino correcto para la restauración; por eso, se niegan a que la desesperación los ciegue a tal punto que echen mano a cualquier medio, aún a los más injustos.

En el primer cuadro aparece Artemisa, que acaba de llegar a la Isla y camina apresurada por los corredores del Palacio. Las lámparas de aceite proyectan su sombra veloz en las paredes de mármol sólido. Hipólita se queda de una pieza cuando descubre las heridas que lleva y que apenas comienzan a cicatrizar. 

-No se preocupe Reina nuestra, las que llevo por dentro son más graves- le interrumpe la amazona antes que la soberana pueda preguntar por lo ocurrido. -Ahora- continúa Artemisa- no tenemos tiempo de muchas explicaciones porque Diana se encuentra en un peligro mortal-. La Reina deja dos rollos que tiene en la mano y hace señas a las amazonas que se encuentran en el lugar para que se retiren.

Cuando Steve abre los ojos y se encuentra con el rostro de Diana, le parece que se encuentra frente a una escena que ya ha vivido. Un pequeño flashback de cuando su avión se estrelló en las aguas de la Isla le da la seguridad de conocer a Diana de antes de lo que pensaba. La amazona lo ayuda a sentarse y pese al estado en que se encuentra intenta hablar:

-Ahora sé que aquella vez que entraste a mi casa con Mark no era la primera vez que te veía.
Diana sabe perfectamente de lo que se trata, aunque no está segura cuánto recuerde: -¿A qué te refieres?- le pregunta calma, porque ahora lo único que le importa es que él ha regresado.

-De algún modo y en algún lugar ya me salvaste, esta no es la primera vez- le responde Steve con la boca seca y herida mientras le lanza una mirada suplicante.

Ella se queda viéndolo por un momento sin decir una palabra, pero después responde: -Tienes razón. Pero no es el momento de hablar de ello. Ahora tenemos una situación que resolver- . Y Mientras examina los daños comienza a explicarle lo sucedido.

Etta intenta encontrar en la pantalla de un ordenador la fuente de energía que se supone Diana tiene que proyectar, cuando se que estupefacta viendo a Lyndsay que entra a su oficina. Sin permiso, sin saludos, sin formalismo alguno, la esposa de Trevor cierra tras sí la puerta e intempestivamente comienza a pedir interpretaciones.

-Nadie quiere explicarme con detalles lo que ha sucedido, pero yo sé que mi esposo está con ella y necesito saber dónde y porqué- le lanza tranquila pero dolida.

-No es lo que se imagina Sra.-

-No necesito imaginarme nada, sea cual sea la situación, es una constante que ellos terminan juntos- Etta se acomoda en una silla frente a Sidney y la invita a tomar asiento.

-Sra. Trevor, siempre la he admirado por su sentido común, por eso ahora no puedo entender que no sea comprensiva con todo lo que está ocurriendo. No se trata de buscar culpables.  

-Se equivoca,  en estas cuestiones alguien siempre tiene más culpa, es completamente falso pensar que el fracaso viene igualmente por ambos lados. ¡Él me usa, una y otra vez me usa!-

-Y usted se deja usar- le responde Etta sin dejarla continuar. 

En el puerto de Themischira se contempla una escena que no se repetía desde hacía siglos. Las amazonas se aprontan en sus barcos para volver al mundo exterior después que huyeran del mismo hace 3000 años. Embarcaciones a vela y remo, no muy grandes, son arregladas y puestas a punto por un grupo de mujeres que se mueven sabiendo muy bien lo que hacen. En la proa de la principal Artemisa conversa con la Reina. 

-Me he equivocado, todas nos hemos equivocado. Usted por saltear a Diana en la elección, yo por aceptar la misión y el resto por apoyar sin decir nada. Lo cierto es que sabíamos sin dudas que la más capacitada para esto era su hija, y unos por una razón y otros por otra elegimos mal y ahora tenemos que cargar con las consecuencias- Concluye Artemisa mientras la embarcación abandona el puerto cuando las velas se hinchan por el viento.

-Si Diana es la única opción entonces yo he hecho mal mi trabajo. No es posible que no haya ninguna amazona que pueda ocupar su cargo. En todo caso nos hemos equivocado contigo- le responde la Reina con una mirada dura y poco compasiva.

Lyndsay apoya su cartera en el escritorio de Etta y casi sin respirar le lanza:

-Mucho antes de que Diana llegara Steve ya me buscaba, y yo, que no estaba segura de sus sentimientos siempre me negaba. Cuando por fin lo acepto, aparece esta supermujer y lo cambia todo. Entonces decido dejarlo libre para que siga su camino. La dama desaparece y él vuelve a mendigar consuelo en mis brazos, cosa que, naturalmente rechazo. Después de dos meses de negativa me convence con un argumento irrefutable: “Diana ya no está y yo puedo quererte como antes”. Ella no estaba, ¡no estaba!- grita furiosa- ¿Qué se suponía, que Steve no siguiera adelante? ¡Pues no, no me dejé usar! , siempre me moví por lo más conveniente para todos.

-Al igual que los demás- le responde Etta con lógica innegable.

Con la inundación a las rodillas y unas pocas luces de emergencia Diana y Steve caminan por la nave que es arrastrada por la corriente a metros del lecho marino. Afuera, en las aguas oscuras y frías, cientos de tiburones nadan a su alrededor llegando incluso a golpear el metal del submarino que va a la deriva. Steve todavía convaleciente sigue a Diana que inspecciona una puerta que se supone hermética.

-No vamos a salir de esta, no debiste quedarte- le dice él mientras le acomoda el cabello cuando ella tantea en busca de la entrada de agua. Diana no le contesta y continúa con su tarea aparentemente sin perder la calma, hasta que encuentra por debajo de la superficie un borde de la escotilla doblado. Con su mano presiona y endereza el grueso material. Después cuando la palma de Steve llega a su hombro, entonces entiende en plenitud porqué se ha quedado. Sabe que ella puede no respirar hasta la superficie, sabe también que a pesar de los tiburones se las arreglaría para llegar; pero igualmente entiende que lo haría sin él. Steve quedaría irremediablemente atrás, ahogado y despedazado, y eso no puede aceptarlo. Se vuelve entonces hacia él y mientras gruesas lágrimas se escapan de sus hermosos ojos, le acaricia el rostro. 

-No puedo…, ya no se trata si debí hacerlo, sencillamente no puedo abandonarte- le confiesa la princesa casi desahuciada. 

No termina de pronunciar las últimas palabras cuando una brecha  se abre en las paredes de la nave dejando entrar con fuerza más agua. Diana se vuelve sobre Steve que le toma el rostro con las dos manos la calma y la besa serena y amorosamente. 

Los últimos acontecimientos han hecho mella en la memoria del Coronel, y una especie de coraza interior parece ceder para liberar reminiscencias encerradas. Por eso, cuando aparta su rostro del de Diana sus ojos parpadean inusuales, y entonces, de un solo golpe, los recuerdos del pasado, el avión, la Isla y las amazonas se restablecen intactos. 

-¡Ángel!...


Créditos
Próximo Episodio: ENCUENTRO.



En este ENLACE pueden encontrar la sexta parte de esta historia.
Nos Vemos Pronto.

La Guerra de La Trinidad.

El día 5 de Mayo, en USA, se celebro el Free Comic Book Day, y Editorial DC distribuyo de manera gratuita, el ejemplar con el titulo Los Nuevos 52 nº1. en este numero nos presentan un vistazo al futuro cercano de el Universo DC en general y en particular al futuro de La Liga de La Justicia.

Esa historia se titula La Guerra de La Trinidad, y muy contrario a lo que se pueda creer, esta Trinidad no se refiere a Superman, Wonder Woman y Batman, se refiere a la Llamada Trinidad del Pecado, que esta formada por una nueva versión de Question, Phantom Stranger y Pandora, que tubo participación al final del Flashpoint, y que de alguna manera llevo a Flash a cambiar la realidad, creando una nueva linea de tiempo, que es la continuidad que conocemos hoy como The New 52, en la cual todos los títulos de DC reiniciaron, cambiando los orígenes de los personajes, especialmente de Superman, Wonder Woman, y de toda la linea WildStorm. 


De Wildstorm, uno de mis personajes favoritos es Caitlin Fairchild,  anteriormente lider de el equipo GEN 13, el cual ya no existe en esta nueva continuidad, pero sigue ella apareciendo en la revista Ravagers, veremos que pasa con ella mas adelante.


Por lo pronto nuestra protagonista de este blog que como todos saben es Wonder Woman, sus aventuras siguen bajo la pluma de Brian Azzarello, a unos les a encantado, otros le han odiado, lo cierto es que el titulo sigue estando dentro del gusto de los lectores de comic en USA, mientras nos acercamos al primer año de vida de esta nueva continuidad.


A continuación les dejo para que descarguen el comic Los Nuevos 52 en español, por cortesía de los chicos de Bloguero Comics.



Descarga Los Nuevos 52 nº1 -La Guerra de La Trinidad- en español.


Nos Vemos Pronto.

Wonder Woman por Tom Monroe. Temporada 2, Episodio 4.

Episodio 4: EQUIPO.



El ser humano tiende a destruir todo aquello que no puede controlar, de ahí que, cuando los líderes del mundo sienten que no logran el dominio sobre los skrells, se lanzan en una guerra irracional e impulsiva que está a punto de empeorar las cosas. Andros y Diana observan en la costa el operativo conjunto de varias naciones. 

-Son bestias salvajes- comenta Andros a Diana- 

-Lamento que no te hayan atendido- responde la princesa- el tiempo que llevo con ellos me ha enseñado que muchas veces necesitan ser golpeados para escuchar.

En efecto, después que inteligencia militar descubrió que el enemigo se encontraba guarecido en cavernas oceánicas, los mejores marines del mundo -con Artemisa a la cabeza- han sido adiestrados para irrumpir en sus refugios. Ahora, descubierto uno bien amplio cerca de las costas de Noruega, se disponen a atacarlo sin más, precipitadamente. El objetivo es hacerse con alguna de las criaturas para estudiarlas y planificar su erradicación. El resto que encuentren deben ser eliminadas sin consideración, cosa que piensan, no resultará muy difícil debido a la fragilidad de la especie. 

Así, Centenares de buzos se lanzan en las frías aguas del Norte equipados con la más alta tecnología, y cual cardumen, se adentran en las profundidades. Al llegar a las proximidades de las montañas submarinas comienza a llamarles la atención la presencia de tiburones en temperaturas tan frías, pero para cuando caen en la cuenta, centenares de ellos se hacen presentes impulsados en forma coordinada. Las sofisticadas armas de los rastreadores hacen blancos en muchos de los escualos, sin embargo, la cantidad es tal, que no pasa mucho tiempo hasta que se establece una verdadera carnicería.

Cuando Diana observa desde la costa los cuerpos despedazados que emergen a la superficie y otros tantos heridos que intentan subir a los barcos, se adentra en el mar pensando en su hermana, pero no le llega el agua a la cintura cuando se encuentra con Artemisa que lastimada intenta alcanzar la orilla.

Títulos

En el hospital, Steve se extraña de que Diana se preocupe tanto por el estado de la Mujer Maravilla. Es consciente de que ella es alguien valioso, lo que no puede entender es que la Teniente Prince lo haya tomado como algo personal. Diana le encomienda a Etta que la vigile mientras ella se ausenta.

En medio de una tormenta nocturna, un helicóptero militar aterriza en la explanada de un barco que se encuentra en las costas de África. El último miembro del equipo que se ha formado, desciende de la nave y es recibido por un oficial que lo acompaña hasta su camarote y le deja las instrucciones sobre reunión que tendrán en momentos. A pocas puertas de allí Diana, que se instala en su cuarto, acude a la puerta ante un llamado. Cuando abre, Steve irrumpe sin permiso y le suelta:

-Puedo comprender que este Andros se haya percatado de tu inteligencia. Lo que no acepto es que haya obligado al ejército de una Nación a sortearse todas sus leyes, para incorporarte en un equipo formado sólo por varones y  para el que claramente te faltan condiciones.

-¿Qué serian?…-pregunta Diana mientras se cruza de brazos.

-Por empezar fuerza física- le contesta tomándola por la delgada muñeca. Steve no termina de explicarse cuando Diana le abre la puerta y lo invita a retirarse, diciéndole que no sea tan infantil y que vaya a pedir explicaciones a quién corresponde.

Cuando nuestra amazona entra en la sala de reunión, la querella entre los reclutados ya lleva un buen rato. La urgencia de la incorporación y el desconcierto de los últimos fracasos, han traído consigo cierta falta de organización que es inadmisible para algunos. Un francés y un americano, son los que encabezan los dos grupos en que se han dividido, y por los gestos con que se amenazan, el paso a la agresión física parece inevitable. El amplio espacio del lugar permite una pelea en la que se aprecian la destreza de los oponentes; los demás, por su parte, se manifiestan a gusto con lo que presencian. Sólo Diana se contraría con el desencuentro y decide separarlos: Ante la mirada estupefacta de todos, primero intenta frenarlos con una orden, pero frustrada decide intervenir. El francés lanza un puño cuya trayectoria se ve interrumpida por la mano de Diana que lo desvía para luego sujetarlo. El americano aprovecha y descarga una patada que tampoco da en el blanco porque la amazona desplaza a quien tiene tomado por su brazo. Finalmente, para quien puede seguir el recorrido de una bala, no es dificultad alguna esquivar los golpes que pretende asestarle uno de los descontrolados contrincantes; por eso, el cansancio le deja el tiempo suficiente para desbarrancarlo en el suelo con una simple traba en la pierna.

Steve no sale todavía de su asombro cuando Diana se le acerca y le pide que calme a “sus hombres”, antes de que llegue Andros. A los demás, les reclama en voz alta, preguntándoles si saben lo que significa el trabajo en equipo. 

En la oscuridad de una cuenca oceánica se desliza una de los más sofisticados submarinos del mundo. En su interior, un grupo formado por hombres de diferentes nacionalidades, ultima los detalles mientras se colocan el traje de buzo y repasan el funcionamiento de las armas que le han sido entregadas: 

-En este punto, precisamente en este punto,- refiere Andros señalando en una pantalla- el agua cede y deja lugar a centenares de cavernas submarinas que se encuentran infectadas de brigtones. Los brigtones son una especie bruta y ciega que los skrells controlan para que custodien sus guaridas. Con cuerpos parecidos a la mangosta terrestre, se deslizan velozmente por los túneles en busca de calor para alimentarse. Una vez que localizan a sus víctimas sus fauces se abren como la de una serpiente, y al mismo tiempo que inmovilizan a la presa con su veneno, la degluten. Por eso, deben cuidar que nada dañe el traje aislante que llevan.

Las aguas oscuras y frías no se parecen a las de su amada Isla. Eso es lo que Diana piensa mientras nada con una decena de buzos hacia la entrada del nido de sckrels que pretenden tomar. Una vez dentro, el líder del grupo da la señal y entonces se dividen para que cada parte vaya por un camino diferente. En efecto, la infografía digital ha señalado las dos rutas de entrada hacia la cámara central donde albergan los skrels. En líneas generales, el plan consiste en sorprenderlos desde las dos vías de acceso. Sin embargo, Circe cuenta con un topo en el pequeño círculo de inteligencia militar que ha organizado la toma, y aquello que debía ser un ataque sorpresa está a punto de convertirse en una emboscada. 

Cada reloj, de cada uno de los boicoteados trajes del equipo comando, registra una caída inesperada falta del oxigeno. Por eso, la mayaría comienzan a dudar cuando reciben la orden electrónica de no sacarse la máscara cuando comience a faltarles el aire. Mientras tanto en la superficie, la tecnología del topo que Circe ha plantado, no puede con la habilidad de Mark Jason que lo desenmascara después de un duelo informático. El encuentro con los sckrels es inminente pero cuando intentan derribar el tejido que cubre la entrada, la falta de aire se hace manifiesta y todos inician la retirada tratando de no desesperarse. Al menos, es la orden que reciben por sus transmisores. 

Un integrante del grupo se deja vencer por el desasosiego y abre la escotilla del traje. El calor que irradia de su cuerpo es suficiente para atraer hacia el lugar un grupo de hambrientos brigtones. Steve que ve lo que ocurre, abandona la huída y comienza a disparar a las criaturas que rodean al desafortunado que acaba de recibir la mordedura de una de ellas.  Los demás, alentados por el trabajo del Coronel se vuelven y ayudan a dispersar a los atacantes, pero el vidrio de la escafandra se les va tornando opaco por la falta de aire. En el otro acceso, Diana sabe que puede contener la respiración por bastante tiempo, por eso no se da por vencida e irrumpe en la madriguera de los sckrels que se muestran sorprendidos frente a ella: la piel blanquísima, casi trasparente que permite adivinar por debajo el sistema circulatorio, cubre un cuerpo similar al de un canguro extremadamente delgado, pero  con las patas más rectas, casi al modo humano. La cabeza redonda y pequeña, con dos ojos completamente negros, que le confieren una mirada indefinida, como si no tuviera vida.

La amazona llega al interior del submarino y todos se muestran sorprendidos al comprobar que trae su presa agarrada por el cuello. Ella, a su vez, también se encuentra con una escena inesperada. Steve ha sufrido un paro respiratorio por la falta de oxígeno y se encuentra conectado a una máquina que lo asiste mecánicamente. Los dos médicos militares tratan de hacerlo reaccionar pero el daño parece irreversible.

En el hospital de la base Artemisa apenas recuperada insiste en interrogar con su lazo al topo que acaban de capturar, y entonces se revela lo impensable: en el submarino han introducido explosivos. El plan de Circe en efecto, era hacerse con Andros, pero  lo quería con vida, sólo si proyecto original fallaba el trabajo se concluiría de otra forma.  

Uno sólo de los artefactos no pudo ser desactivado a tiempo, sin embargo, fue suficiente para dejar sin luz a un sector y abrir una brecha que lentamente dejaba entrar el agua mientras la nave se precipitaba hacia el fondo. El equipo de rescate del barco acudió lo más pronto que pudo, pero un drama en puerta ponía en jaque a todo el equipo que se aprontaba para evacuar el submarino: el respirador que mantenía a Steve con vida había dejado de funcionar por el corte eléctrico y había que seguir asistiéndolo manualmente con un embolo que le suministraba oxígeno. 

Naturalmente, no podían llevarlo, por eso Andros exhorta  a Diana:

-¡Princesa, deja eso, ya no podemos hacer más nada! Y en unos minutos el lugar estará atestado de tiburones. 
Diana lo mira fijo, y se niega  con tal seguridad que nadie más se atreve a contradecirla. En el momento que último de los pasajeros nada hacia la superficie, puede ver a lo lejos, como emergiendo de un abismo negro, cientos de tiburones que se aproximan.

Créditos
Próximo Episodio: VERDAD.


En este ENLACE pueden encontrar la quinta parte de esta historia.


Nos Vemos Pronto.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Blogger Wordpress Gadgets